Promesas que destruyen: cuando el talento no basta y la mala gestión musical lo arruina
- Catalina Urrutia Hasembank
- 17 ago
- 2 Min. de lectura

No basta con tener talento.Tampoco con amar lo que haces.
A veces, el obstáculo más grande del artista no es su voz, ni su técnica, ni siquiera la falta de dinero . A veces, el mayor riesgo es poner tu carrera en manos de alguien que no tiene palabra.
🎭 Detrás del artista: una historia real
Cuando hablamos del sacrificio de los artistas, muchas veces pensamos en lo económico, en las horas de ensayo, en la lucha por ser escuchados.
Pero hay historias que van más allá: historias donde el talento no desaparece por falta de pasión, sino por la traición de quien prometió impulsarlos.
✈️ Una orquesta, una promesa… y una mentira
Una agrupación venezolana, con más de 10 años de carrera, discos grabados, y una reputación sólida, emprendió viaje a Perú con una ilusión: conseguir la visa para Estados Unidos y cruzar juntos a un nuevo destino artístico.
Esa promesa venía de quien se hacía llamar su manager.
En el camino hicieron escala en República Dominicana. Luego llegaron a Perú. Pero aquí empezó la realidad. La visa nunca se gestionó. Nada se movió. No hubo plan.Y lo peor: el supuesto representante desapareció, con más de 10.000 dólares que el dueño de la orquesta —aún en Venezuela— le había confiado.
💔 Abandono, desorientación y sobrevivencia
La orquesta quedó a la deriva.
No conocían el mercado peruano. No tenían contactos.
Y sin alguien que los represente, el proyecto se desintegró lentamente.
Muchos tuvieron que buscar trabajo “de lo que salga”:
Oswaldo, por ejemplo, trabajó en una tienda de zapatos.
Cada integrante tomó el camino que pudo:
unos se fueron a Chile, Argentina, Europa, otros regresaron a Venezuela.
Solo unos pocos, como Oswaldo y algunos músicos más, resistieron desde Perú.
Pero la orquesta como tal, desapareció. Un proyecto musical consolidado quedó en el olvido por culpa de una mala administración y una gran mentira.
🧠 El talento no basta cuando no hay gestión musical
Esto no fue un fracaso musical.
Fue un fracaso de liderazgo.
Una agrupación puede tener talento, años de trayectoria, y aún así perderlo todo si cae en manos de alguien sin ética, sin compromiso, sin valores.
Y lo más doloroso:
la música no fue la causa de la caída, sino la víctima de un manejo desleal, de una mala gestión musical.
🚨 ¿Por qué es importante contarlo?
Porque esto pasa todos los días.
En Perú, en Venezuela, en toda Latinoamérica.
Artistas que migran buscando una oportunidad y terminan luchando por sobrevivir.
Porque el medio es duro. Y porque sin contactos ni guía, puedes tener la mejor voz del mundo y aún así quedar fuera del escenario.
Esta historia es solo una entre muchas.
Pero tenía que contarla.
Porque también forma parte de lo que vivimos los que estamos cerca del arte.
El artista no solo lucha contra el mercado, la competencia o el cansancio.
A veces, su mayor enemigo es quien debió impulsarlo y lo traicionó.
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